11/09/2023
Este viernes 8 de septiembre de 2023, 25 familias de Ñuñoa pertenecientes al Comité de Allegados y de Vivienda Villa Olímpica recibieron las llaves de sus viviendas, gracias a la reparación del Block 73, ejecutada por el Ministerio de Vivienda a través del SERVIU Metropolitano. Este edificio pertenecía a la FACH y resultó dañado tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, por lo cual, y después de una larga lucha de años, fue entregado como vivienda social.
“Hoy logramos que después de 50 años en Ñuñoa un comité de vivienda hiciera realidad el legítimo derecho de la vivienda social digna, conservando los estándares de calidad de una vivienda social realizada en la década de los 60 y recuperando un edificio patrimonial”.
Discurso Comité de allegados y de Vivienda Villa Olímpica:
Hoy día nosotres, 25 familias de Villa Olímpica queremos invitarles a un breve paseo por la
historia.
Hace más de 60 años comenzó la edificación de este barrio en el que nos encontramos hoy.
Un proyecto modelo de unidad vecinal, con una visión del urbanismo centrada en elbienestar de las comunidades. En medio de una década en la que florecía la lucha por lajusticia social.
Hace casi exactamente 50 años el golpe militar desbarató un proyecto político y social en el
que un barrio como el nuestro podría haber sido la excepción y no la regla, instalando unmodelo de sociedad neolibreral en el que cubrir las necesidades elementales de cadafamilia estaba condicionada por la capacidad de pago. En este modelo el suelo urbano pasóa ser una de las mercancías más valiosas iniciándose una segregación de la ciudad en laque las y los trabajadores de menos ingresos fueron relegados a los márgenes de la ciudad.
Se inició una época en la que la lucha por la justicia social fue perseguida y tuvo que
refugiarse en los corazones de gente valiente que resistió y mantuvo viva la llama para
pasarla a las generaciones siguientes. En estas calles y edificios, muchos y muchas deesas valientes se organizaron y refugiaron y también fueron abatidos en plena lucha.
Hace 13 años se produjo en la zona centro sur del país un terremoto de gran envergaduracausando grandes estragos humanos y materiales. En este barrio dejó múltiplesconstrucciones dañadas y familias damnificadas. Voces interesadas en el negocio del sueloen Ñuñoa aconsejaron: vecino, le conviene vender estos viejos departamentos en ruinas ycomprarse una casita nueva en alguna comuna de la periferia. Pero en medio de la eraneoliberal y después de pasado el susto vecinas y vecinos recordaron que este barrio lohabía construido el estado con la intención de albergar familias trabajadoras de distintosniveles de ingreso, con una visión urbanística pensada para el encuentro vecinal ¿Por quéno exigir que el estado reconstruyera el barrio? Parecía una locura.
Hace 10 años, en este barrio las locuras seguían a la orden del día. Un puñado de gente se percató de que el block 73 estaba abandonado. Mientras vecinos de muchos otros edificiosestaban dando la pelea por la reconstrucción, el block 73 estaba en silencio, escondido a lavista en uno de los extremos de la Villa Olímpica ¿Y si armamos un comité de vivienda ypedimos el block? Dijo el puñado de locos. Si no tenemos casa y tenemos necesidad y unalibreta de ahorro para la vivienda ¿Qué podemos perder? No nos imaginábamos todo lo queperderíamos en el camino…
Perdimos el miedo a salir a la calle a luchar por nuestra casa. Perdimos la actitud de
“sálvate solo” y la cambiamos por la convicción de que “unidos jamás seremos vencidos”.
Perdimos el silencio frente a las versiones oficiales y la cambiamos por un discursoconstruido a pulso con una claridad cada vez mayor. Perdimos 10 años de vida individual ylos cambiamos por una historia de 10 años de vida compartida.
“Perdimos la costumbre de perder nuestros derechos y la cambiamos por la certeza de que la lucha da lo que el neoliberalismo niega.”